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Mi propósito es ir haciendo una pequeña agenda de mis recuerdos y mis vivencias.
Utilizaré fotos mías y material de internet.

sábado, 25 de agosto de 2012

WONNY SONG y ANTONIO SORIANO

¿Crisis,veraneo...? El Auditorio estuvo ayer bastante "despoblado".
La noticia del concierto en La Nueva España:

Wonny Song y Antonio Soriano, con «Oviedo Filarmonía» en el Auditorio

 

 



Wonny Song y Antonio Soriano, con «Oviedo Filarmonía» en  el Auditorio

Wonny Song y Antonio Soriano, con «Oviedo Filarmonía» en el Auditorio
nacho orejas
El pianista coreano Wonny Song ofreció ayer un concierto en el auditorio Príncipe Felipe junto al trompetista Antonio Soriano. El evento musical, enmarcado en el Festival de Verano del Ayuntamiento, contó también con la actuación de la orquesta «Oviedo Filarmonía», dirigida por Marzio Conti. El programa del concierto incluyó obras de los compositores Debussy, Shostakovich, Ravel y Prokofiev. Sobre el escenario lució por primera vez el nuevo logo de la ciudad. En la fotografía, los músicos sobre el escenario, con la marca identificativa de la ciudad al fondo.

 


 





 
 

miércoles, 22 de agosto de 2012

"DAKAPO QUARTET"

«Dakapo Quartet» llena el Arqueológico en su último concierto de verano

El «Dakapo Quartet», durante su actuación en el claustro del Arqueológico. luisma murias
Mónica RIVERO
Grandes colas precedieron el concierto que ofreció ayer el «Dakapo Quartet» en el claustro del Museo Arqueológico. Con aforo completo, algunos asistentes tuvieron que quedarse fuera ante el llenazo que provocó la agrupación.

El esperado cuarteto está formado por el pianista holandés Jeroen Riemsdijk, el chelista Jaime Calvo-Morillo Rapado, original de Zamora; la violinista armenia Tatevik Khachatryan, y su compatriota el «viola» David Abrahamyan, todos ellos pertenecientes a la orquesta de la «Kamerata Dakapo».

Estos cuatro músicos de renombre internacional ofrecieron una actuación en la que interpretaron composiciones de Brahms y Schumann durante las cuales Riemsdijk precisó de una ayudante para poder pasar las hojas de la partitura en las partes más intensas.

Tatevik Khachatryan lleva el arte en los genes. Nacida en el seno de una familia de músicos, la violinista manejó con maestría su instrumento, que nada tuvo que envidiar a la viola de Abrahamyan. Este instrumentista armenio ya ha grabado dos discos bajo el sello de Dutch Records Company con algunas composiciones especialmente dedicadas para el «viola» por Wim Zwaag.

También Riemsdijk ha tenido su propio regalo del compositor holandés, cuatro grabaciones que realizó entre 2005 y 2006, además de otros cuatro álbumes.

Jaime Calvo-Morillo tampoco se quedó corto con su chelo, con el que finalizó sus estudios en el Conservatorio Superior de Música de Asturias «Eduardo Martínez Torner». Este precoz músico comenzó sus estudios a la temprana edad de 7 años, al igual que su compañera de cuarteto Khachatryan. El chelista zamorano ha participado a lo largo de su carrera con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) y la Orquesta Sinfónica de Oviedo (OSO), entre otras.

Con unas trayectorias brillantes llenas de distinciones, reconocidos premios de la música y matrículas de honor en su expediente académico, no es de extrañar que este cuarteto hiciese pleno en el Arqueológico. Este concierto sirvió de despedida del Festival de Verano.

domingo, 19 de agosto de 2012

LA RITIRATA


Magnifica actuaciòn.
Instrumentos de època con cuerdas de tripa muy sensibles a los cambios de temperatura.

Enrike Solinis (tiorba) y Josetxu (violochelo barroco)

Tamar Lalo (flautas),Josetxu y Enrike (guitarra barroca)
De izquierda a derecha: Tamar Lalo, Josetxu Obregón y Enrike Solinís.
De izquierda a derecha: Tamar Lalo, Josetxu Obregón y Enrike Solinís. julian rus
Mónica RIVERO

Tamar Lalo, Enrike Solinís y Josetxu Obregón forman «La Ritirata», un trío musical de flauta, tiorba y guitarra, y violonchelo barroco que ayer llenó de música antigua el Museo Arqueológico.


Los asientos fueron pocos para todo el público que, en constante goteo, llegó al claustro.


Casi una veintena de composiciones conformaron el concierto. El indudable protagonista de las piezas fue el compositor italiano Andrea Falconieri que puso nombre a una tercera parte de las obras interpretadas por «La Ritirata».


Los dos bilbaínos y la israelí hicieron las delicias de los asistentes. Lalo vivió cada nota con pasión a través de su flauta. Por su parte, Solinís afinó con maestría la tiorba, ambos músicos tocaron bajo la dirección de Obregón, que estuvo al frente del violonchelo barroco. Tamar Lalo es solista en varias orquestas europeas y ocupa este lugar en la agrupación desde 2007, año en el que entra en el proyecto.


«La Ritirata» cogió su nombre de uno de los movimientos del quinteto de Luigi Boccherini titulado «La música notturna delle strade di Madrid» y ha catapultado a estos tres músicos a algunos de los eventos más importantes alrededor del mundo. Una muestra de su éxito fue su actuación en el Festival de CNART de México, el acto de clausura de la presidencia española de la UE en Tokyo o el concierto en el Teatro Nacional de Pekín.


Seleccionados en Sitges a nivel europeo como único grupo español para la primera gran audición para la Red Europea de Música Antigua (REMA) 2012, «La Ritirata» ya han grabado con algunas importantes discográficas como Verso, Arsis o Columna Música y por su labor, poseen el sello «Recomendado CD Compact».

miércoles, 15 de agosto de 2012

D.KOZHUKHIN


El virtuosismo del pianista ruso Denis Kozhukhin desborda el Bellas Artes

El aforo se completó y un centenar de personas quedó fuera tras hacer cola




Denis Kozhukhin, durante su actuación, en el patio central del Museo de Bellas Artes de Asturias. luisma murias
Ignacio FAES

El pianista ruso Denis Kozhukhin recaló en Oviedo para ofrecer un recital cargado de romanticismo en el Museo de Bellas Artes de Asturias. El patio central del museo se quedó pequeño ayer, el aforo se completó y alrededor de cien personas se quedaron con las ganas de escuchar al artista


Con el piano de cola abierto y en el centro de la escena, Kozhukhin comenzó, puntual, a interpretar el «Preludio coral y fuga» del francés César Franck. La ausencia de amplificadores de sonido y el respetuoso silencio del público dotaron al recital de un aire muy íntimo. A Franck siguieron obras de Richard Wagner y Franz Liszt, románticos por excelencia, que arrancaron el aplauso de los asistentes.


Tras una breve pausa, el pianista ruso homenajeó a su compatriota Modest Mssorgski interpretando la suite «Cuadros de una exposición», inspirada en la exposición de pinturas póstuma de un amigo del compositor. Mussorgski escribió la obra para piano pero es más conocido el arreglo orquestal realizado por Maurice Ravel.

lunes, 13 de agosto de 2012

Aaron Zapico y Josè Hernandez


Instrumentos Clandestinos (El címbalo)

Por Mario Efrón

El címbalo es un instrumento perteneciente a la familia de los instrumentos de cuerda percutida. Este instrumento, cuyo probable origen se encuentre en medio oriente, ha sido adoptado por diversas culturas de Europa del este. Específicamente en Rumania, el címbalo es un instrumento muy importante en los conjuntos tradicionales de música gitana. Probablemente haya sido este pueblo nómade quien lo llevó a tierras europeas.
Consiste en una caja de resonancia en forma de trapecio sobre la cual se disponen una gran cantidad de cuerdas metálicas. Estas se encuentran sujetas a la caja de madera mediante un sistema de clavijas y dispuestas sobre una serie de puentes que las separan de la tapa. De un lado, las clavijas son fijas y cumplen la función de sujetar las cuerdas, del otro son móviles lo cual permite afinar el instrumento variando la tensión de las mismas. Las cuerdas del címbalo se organizan en órdenes triples afinadas al unísono, esto quiere decir que por cada nota contamos con tres cuerdas paralelas afinadas en la misma nota. Para percutirlas se utilizan dos baquetas de madera, una para cada mano. El extremo que percute las cuerdas tiene una especie de tela o felpa que lo hace similar al martillo de un piano.
Existen dos tipos de címbalo, portable o fijo. El primero es un poco más pequeño lo cual permite transportarlo, este modelo es el más utilizado en los conjuntos de música gitana. Cuenta con una correa que permite colgarlo de los hombros de modo que se puede tocar parado. Llama la atención su similitud con el Santur, instrumento persa que probablemente sea su antecesor. El címbalo fijo es más grande, se encuentra dispuesto sobre cuatro patas y en algunos casos cuenta con un sistema de pedales que permiten apagar o prolongar la duración del sonido.

Fotos hechas por Tere S.en el concierto del 2 de agosto en el claustro del museo arqueològico (Oviedo).

viernes, 10 de agosto de 2012

CLARINETE,VIOLA y PIANO en el Museo Arqueològico

Mónica RIVERO

El trío musical de clarinete, viola y piano de Pablo Moras, Rubén Menéndez LarFeuil y Omar Majbour llenó ayer el claustro del Museo Arqueológico.


Agustín Iglesias Caunedo, alcalde de Oviedo, no se quiso perderse el concierto, que alternó la viola y el clarinete con el piano, turnándose para acompañar a Majbour, siempre presente en las composiciones.


El colofón lo puso el «Trío para viento y cuerda» de Mozart, en el que los tres músicos se emplearon a fondo e hicieron las delicias de los asistentes. También se pudieron escuchar las sonatas de Saint-Saëns y Brahms, y la «Primera rapsodia» de Debussy.

jueves, 9 de agosto de 2012

EL CLAUSTRO DE LA UNIVERSIDAD SE VUELVE BARROCO


«I Solisti della Filarmonica Italiana», una orquesta dirigida por Giancarlo de Lorenzo, actuó ayer en el claustro del edificio histórico de la Universidad de Oviedo, ofreciendo un repertorio barroco.


Con un cálido aplauso fueron recibidos los miembros de esta banda formada por profesores italianos de música. Durante la audición, que duró una hora, tocaron varias partituras del músico Antonio Vivaldi.


El resto de piezas fue de Giovan Battista Pergolesi y Johann Nepomuk Hummel.


Más de setecientas personas se reunieron en el recinto y llenaron de ovaciones cada pequeño descanso del grupo italiano. «Es ideal», así la calificaba Marta Menéndez, una de las asistentes la actuación. «Me gusta la música clásica y más aún en verano y en un lugar tan emblemático», añadió.


«La idea era hacer esta serie de audiciones en sitios históricos de la ciudad, con un carácter más popular y también orientado a los turistas», señalo Cosme Marina, uno de los coordinadores del ciclo. La actuación, organizada por la concejalía de Cultura, se enmarca dentro de festival de verano «Oviedo es música» y cuenta con la colaboración de la Universidad.


Giancarlo de Lorenzo ha dirigido varias orquestas italianas y extranjeras entre las que destacan la «Orchestra Sinfonica di Sanremo» y «I Solisti di Perugia» y desde hace varios años acude regularmente a actuar a España. En 2010 llenó el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo en un concierto de carácter benéfico en el que la totalidad de sus ingresos fueron destinados a las víctimas del terremoto que asoló la localidad italiana de L'Aquila en 2009.
Ana Marìa Urìa (LNE)

martes, 7 de agosto de 2012

DANZA PRIMA en EL PARAGUAS (Oviedo)

El domingo, dando un paseo por el casco antiguo de Oviedo,llegamos a la Plaza del Paraguas donde un grupo de personas se disponìa a bailar la danza prima.Animadas por Milio`l del Nido y a pesar de ser "primerizas" participamos en el baile.Es sorprendente la ilusiòn que tienen en conservar esta antigua tradiciòn.
Fuè una buena experiencia que espero poder repetir el pròximo primer domingo de septiembre.

Este es el artìculo de LNE:
Aroa FERNÁNDEZ
La tradicional danza prima regresó un domingo más a la plaza del Paraguas de Oviedo. A la una del mediodía de ayer, unas sesenta personas, en corro y unidas por el meñique, danzaron al son de los cantares típicos para la ocasión.

«No hace faltaba venir vestido de aldeano, aquí conjugamos los trajes típicos con la ropa de nuestra época», animaba María Rivas, miembro de la Asociación de Amigos de la Danza de la Plaza del Paraguas, antes de comenzar la danza. A su lado, Marcelina López se mostraba impaciente por danzar. A sus 87 años, esta socia fundadora de la asociación llevaba dos años sin poder acudir a la cita del domingo por los «achaques» de la edad. «Ahora ya estoy mejor y pienso no fallar ningún domingo, hasta que el cuerpo aguante», explicaba entusiasmada. «Lo mejor es el ambiente que tenemos y la ilusión por seguir manteniendo la costumbre».

Hace doce años que recuperaron esta tradición. Las ganas y el entusiasmo por mantener vivo el folclore asturiano hicieron que el trío formado por el folclorista Fernando de la Puente, el cuentacuentos Emilio Rodríguez, conocido como Milio'l del Nido, y el hostelero Fernando Lorenzo, el del Paraguas, pusiera en marcha la iniciativa. Cada uno con un cometido diferente. De la Puente recopiló las danzas, Milio tuvo la idea de danzar en la plaza del Paraguas y Lorenzo puso todo su empeño en que saliera adelante. «El principal deseo era no perder la tradición, seguir juntándonos para bailar la danza prima y además hacerlo en un lugar de Oviedo tan significativo como la plaza del Paraguas», apuntaba el presidente de la asociación, Manuel González. «En un principio comenzaron reuniéndose todos los domingos, pero al haber muchas mujeres de edad media con cargas familiares que no podían acudir todas las semanas, se decidió hacerlo el primer domingo de cada mes», explica.

Doce años han dado para mucho y las anécdotas son innumerables. «Una vez invitamos al catedrático Leopoldo Tolivar, no era capaz de seguir el ritmo, mucho me reí con él ese día», relataba María Rivas.

Ayer, una vez más, el centro de las miradas fueron los danzantes. Numerosos turistas se acercaron para conocer el folclore asturiano. «Me gusta que cualquiera pueda participar en el baile, en otros sitios no es así», destacaba Úrsula, tras danzar alrededor del Paraguas. «Llevamos tan sólo un día en Oviedo y nos parecía interesante conocer los bailes típicos de Asturias», explicaba su acompañante, Víctor.

Aun así, muchos ovetenses se acercaron a la plaza. «A veces vamos a ver los bailes típicos de otros lugares y lo nuestro, que lo tenemos tan cerca, no lo apoyamos», reivindicaba Ana Quirós, que venía acompañada de su amiga Manuela Álvarez. «Volveremos el primer domingo de septiembre y si nos animamos danzaremos», deseaban. Tampoco faltaron los nostálgicos, como Florentino. Este ovetense emigró hace años a Puebla (México). Ahora pasa sus vacaciones en la ciudad y no quiso perderse el baile, que le recordaba épocas pasadas, cuando él vivía en Asturias. «Vuelvo con mi mujer para que lo conozca». Cuando empezó el primer cante, Florentino se animó y acompañó en los primeros acordes. Mientras tanto, a su lado, su esposa, Natalia Sardá, mexicana, no paraba de sacar fotografías.

El grupo de baile y danza «Filandón» se encargó de darle el toque de asturianía. Las danzas, como cada primer domingo de mes, se extraen de una recopilación que cuenta con 210 de distintos concejos de Asturias. Ayer se escogió la danza prima del minero, procedente de Aller. «Es una danza tradicional», detallaba el folclorista Diego García, que hace cuatro años ha cogido el relevo de ser la voz organizadora del baile. «Me dejaron al mando con 17 años, creo que soy el más joven de las voces que participan». Como es habitual, el segundo baile fue la danza de Gamonéu de Onís, con una letra más libre y participativa. El estribillo «Que tírate a la mar morena y salada, que no vales nada» era lo único que se repetía, mientras que las estrofas eran inventadas por quien quería participar espontáneamente.

Tras el baile, los asistentes recobraron fuerzas con unas torrijas.

El objetivo es «recuperar una vieja tradición», presente hace siglos en todos los pueblos de Asturias
Hace 30 años, durante cuatro domingos, la plaza de El Paraguas fue testigo de uno de los bailes más típicos de la región, la danza prima. Emilio Rodríguez López, más conocido por todos como Milio'l del Nido, decidió hace 14 años recuperar la tradición. Desde entonces, las ruedas de amigos agarrados del meñique no han dejado de bailar en el Oviedo Antiguo.
La danza de Gamoneo fue la primera de todas. La única que el primer domingo de cada mes está asegurada. «Buscábamos algo con lo que cada uno pudiese improvisar, crear su propia estrofa y que la gente se lo pasara bien», explica de' l Nido. Lo consiguen. Domingo. Una de la tarde, el calor aprieta y las risas de los turistas, entre culines de sidra, se entremezclan con los versos de los que bailan y cantan.
El objetivo de los participantes, entre 30 y 40 cada mes, es «recuperar una antigua tradición». «La gente siempre iba al baile los domingos, pero había que estar en casa antes de que anocheciera. La única forma de quedarse un poco más era en el pueblo, entonces la gente bailaba debajo del hórreo». Allí sacaban a relucir lo que había pasado durante toda la semana: amores, política y críticas. Reza una de las conocidas rimas: «El señor obispo manda que se acaben los cantares, primero se han de acabar obispos y capellanes». Jovellanos recoge la anécdota. Según cuenta Manuel González, presidente de la que en su día fuera la Asociación de Amigos de la Danza de la Plaza de El Paraguas, «estaba de visita el Obispo en Candás cuando a la hora de la siesta las mozas empezaron a bailar y cantar, lo que, parece ser, no gustó al cura». Entonces, sonó el verso anterior «y salió a mirar la fiesta, que acabó encantándole».
Pero la famosa danza se remota aún mucho más atrás. «Fue en sus orígenes un baile guerrero religioso y exclusivo de hombres», aclara González. Un ritual en el que los guerreros, primero con lanza y después con palo de avellano, pedían a los dioses ganar las batallas. Tras ellas, volvían a reunirse: como vencedores, para agradecerlo y como perdedores, para rogar por los muertos.
Ahora lo único por lo que piden es por seguir bailando mucho tiempo. Y parece que los astros están a su favor: «Nunca llueve a la una de la tarde en la plaza de El Paraguas», asegura de'l Nido. El que quiera comprobarlo, el 2 de septiembre tiene una oportunidad.

viernes, 3 de agosto de 2012

Aaròn Zapico y Josè Hernàndez


Aarón Zapico, pieza clave de la agrupación musical asturiana «Forma Antiqva», y el contratenor José Hernández, subieron entre aplausos al pequeño escenario que, estos días, llena de música el museo Arqueológico. Ésta vez, para disfrutar de un ambicioso programa en un lugar que, por su arquitectura, resulta idóneo, y que estaba ya lleno minutos antes de empezar el concierto.


Era complicado encontrar un buen asiento para disfrutar del concierto de Zapico -que ayer tocó el cémbalo- y Hernández, que subieron al escenario con rigurosa puntualidad. La fascinación que este tipo de música suele despertar comenzó a sentirse ya desde el inicio del programa, con canciones espirituales alemanas, antes de dar paso a dos piezas suizas más alegres. Fue Hernández el encargado de explicar brevemente el origen y el contenido de las obras, introduciendo las canciones con unos bonitos versos que cautivaron a los espectadores.


Los artistas parecían sentirse cómodos. Tras varias piezas, el contratenor abandonó el escenario para dar paso a un emotivo solo de cémbalo. Hernández volvió entonces al escenario, y tras entonar con maestría varias piezas, abordó la partitura más conocida del programa, el «Amarilli, mia bella», de Caccini, antes de abordar obras de Monteverdi o Purcell. El público disfrutaba con cada interpretación, y premió con calurosos aplausos el talento de los músicos en cada pieza, capaces de llevar al público del Arqueológico a un pequeño viaje al pasado.( Pablo Crespo.LNE).