- De ambulación lateral con ayuda de las paralelas. Comenzar con pasos más cortos, y continuar por unos más largos.
- De ambulación hacia delante: Elevando bien las rodillas, y apoyando primero el talón y después la puntera.
Elevando la rodilla para llevar el talón de una pierna hacia la rodilla contraria; de esta forma, dejar arrastrar el talón a lo largo de la tibia, hasta llegar al suelo donde apoyaremos primero el talón y luego la puntera.
- De ambulación hacia atrás: apoyando primero la puntera y después el talón.
- De ambulación sobre marcas específicas señaladas sobre el suelo.
- De ambulación sorteando obstáculos, en terrenos lisos, más rugosos sería interesante caminar sobre distintos espesores de arena. Una vez que esté superado, podemos caminar portando objetos. En todo momento, intentar mantener la posición erguida, con la mirada hacia el frente. Es muy útil, el apoyo visual con un espejo.
- De ambulación por una rampa.
- Subir y bajar el peldaño de una escalera.
- Realizar giros, hacia un lado y otro.
Al principio, sin marcar unos límites concretos, y después, sin salirse de los límites marcados por el fisioterapeuta.