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Mi propósito es ir haciendo una pequeña agenda de mis recuerdos y mis vivencias.
Utilizaré fotos mías y material de internet.

sábado, 31 de marzo de 2012

Salinas (Asturias)

Playa de Salinas,primeras horas del dìa.

ASTURIAS,huelga general,29 marzo 2012


Oviedo, L. GANCEDO
La primera huelga general contra el Gobierno de Mariano Rajoy, segunda que protagoniza España desde el comienzo de la crisis, se saldó con un seguimiento desigual, semejante al de la convocatoria de 2010, pero inferior al impacto que consiguieron las movilizaciones más contundentes del actual período democrático (la del 14 de diciembre de 1988 o la del 20 de junio de 2002). Sí resultó histórica la participación ciudadana en las manifestaciones que acompañaron la protesta contra la reforma laboral. Una multitud expresó su descontento por la nueva regulación que abarata y facilita el despido, echándose a la calle en Oviedo en una de las marchas más concurridas que se recuerdan en Asturias.

La región estuvo otra vez en la primera línea de las movilizaciones laborales de España. Fue, tras el País Vasco, Navarra y Galicia, la autonomía donde más intenso fue el paro, según las estimaciones sindicales. El corazón económico de Asturias quedó paralizado, de nuevo con una alta participación de los trabajadores de la industria, la construcción y el transporte, y menor en los servicios. Y como en huelgas precedentes, tampoco fue uniforme la respuesta en las distintas comarcas asturianas: los municipios mineros del Caudal y del Nalón registraron una inactividad prácticamente total, mientras que en Oviedo, Gijón y Avilés el seguimiento, aunque amplio, no fue tan importante.

La letra de la reforma laboral encerraba en sí misma, temían los sindicatos, un mecanismo de desmovilización ante la convocatoria de una huelga: los trabajadores podían inclinarse por no secundar el paro ante el miedo a perder su trabajo por las nuevas facilidades que tienen las empresas para despedir más barato.

A la postre, la huelga general del 29-M tuvo una respuesta análoga a la que el 29 de septiembre de 2010 lanzaron los sindicatos contra el anterior Gobierno, de José Luis Rodríguez Zapatero. Es lo que apunta la variación del consumo de electricidad, uno de los pocos indicadores que se consideran fiables para medir sin interferencias el impacto de una huelga. A media tarde de ayer, la caída media de ese consumo en España rondaba el 16%, nivel semejante al de 2010 e inferior al de 2002 (21%). En Asturias, con una industria muy intensiva en el uso de la energía eléctrica, la demanda llegó a descender en algunos momentos más del 20%, como también había ocurrido hace dos años.

Gobierno, sindicatos y patronal volvieron a protagonizar una guerra de números y de declaraciones acerca del seguimiento del paro. El Gobierno trató de transmitir que la movilización tuvo una respuesta inferior a la de 2010. Enfrente, los sindicatos airearon que, como media, el 77% de los trabajadores (sin incluir a los nombrados para servicios mínimos) secundaron la huelga. En Asturias, UGT y CC OO elevaron esa proporción hasta el 89%, frente al 87% de dos años atrás. La patronal, CEOE, cifró el seguimiento en apenas el 15%, y en Asturias la FADE llegó a decir que únicamente el 7% de los trabajadores se sumó a la huelga de forma voluntaria.

Guerras de cifras aparte, las manifestaciones que se celebraron en las principales ciudades españolas reunieron a cientos de miles de personas y evidenciaron, más allá de la participación en la huelga, el descontento de un sector de la ciudadanía con una reforma laboral que constituye la clave de bóveda de la política económica que el Gobierno de Mariano Rajoy ha pergeñado para hacer frente a la crisis económica.

Oviedo fue una de las muchas plazas donde la participación en las manifestaciones fue multitudinaria, «histórica», a decir de los sindicatos. Durante su desarrollo, la Policía cargó contra un grupo de manifestantes, miembros de grupos «antisistema» y simpatizantes del movimiento 15-M, y realizó una detención. Fue uno de los contados incidentes de una jornada que en Asturias se saldó con cuatro detenidos más. Las organizaciones patronales se quejaron de la acción de los piquetes, si bien el propio Gobierno destacó que la jornada del 29-M transcurrió sin incidentes graves. Los más relevantes fueron los enfrentamientos entre policías y manifestantes en Barcelona. Los sindicatos acusaron al Gobierno de realizar un despliegue policial muy superior al de otras convocatorias.

En los días precedentes, el Ejecutivo había fijado su posición por boca de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y del titular de Economía, Luis de Guindos: no se cambiaría «ni un ápice» la reforma laboral. El lenguaje del Gobierno no fue tan expeditivo ayer, aunque la propia Báñez volvió a dejar claro que el núcleo de la reforma laboral -el despido, la flexibilidad para cambiar las condiciones de trabajo o el nuevo contrato para emprendedores- no es negociable. Mientras España está en la diana de los mercados -la Bolsa bajó ayer el 0,87% y la prima de riesgo subió a 365 puntos- y bajo estrecha vigilancia de Europa, los sindicatos avisaron ayer a Rajoy del riesgo de «un conflicto social creciente».

ASTURIAS,huelga general,29 marzo 2012

Oviedo, L. GANCEDO
La primera huelga general contra el Gobierno de Mariano Rajoy, segunda que protagoniza España desde el comienzo de la crisis, se saldó con un seguimiento desigual, semejante al de la convocatoria de 2010, pero inferior al impacto que consiguieron las movilizaciones más contundentes del actual período democrático (la del 14 de diciembre de 1988 o la del 20 de junio de 2002). Sí resultó histórica la participación ciudadana en las manifestaciones que acompañaron la protesta contra la reforma laboral. Una multitud expresó su descontento por la nueva regulación que abarata y facilita el despido, echándose a la calle en Oviedo en una de las marchas más concurridas que se recuerdan en Asturias.

La región estuvo otra vez en la primera línea de las movilizaciones laborales de España. Fue, tras el País Vasco, Navarra y Galicia, la autonomía donde más intenso fue el paro, según las estimaciones sindicales. El corazón económico de Asturias quedó paralizado, de nuevo con una alta participación de los trabajadores de la industria, la construcción y el transporte, y menor en los servicios. Y como en huelgas precedentes, tampoco fue uniforme la respuesta en las distintas comarcas asturianas: los municipios mineros del Caudal y del Nalón registraron una inactividad prácticamente total, mientras que en Oviedo, Gijón y Avilés el seguimiento, aunque amplio, no fue tan importante.

La letra de la reforma laboral encerraba en sí misma, temían los sindicatos, un mecanismo de desmovilización ante la convocatoria de una huelga: los trabajadores podían inclinarse por no secundar el paro ante el miedo a perder su trabajo por las nuevas facilidades que tienen las empresas para despedir más barato.

A la postre, la huelga general del 29-M tuvo una respuesta análoga a la que el 29 de septiembre de 2010 lanzaron los sindicatos contra el anterior Gobierno, de José Luis Rodríguez Zapatero. Es lo que apunta la variación del consumo de electricidad, uno de los pocos indicadores que se consideran fiables para medir sin interferencias el impacto de una huelga. A media tarde de ayer, la caída media de ese consumo en España rondaba el 16%, nivel semejante al de 2010 e inferior al de 2002 (21%). En Asturias, con una industria muy intensiva en el uso de la energía eléctrica, la demanda llegó a descender en algunos momentos más del 20%, como también había ocurrido hace dos años.

Gobierno, sindicatos y patronal volvieron a protagonizar una guerra de números y de declaraciones acerca del seguimiento del paro. El Gobierno trató de transmitir que la movilización tuvo una respuesta inferior a la de 2010. Enfrente, los sindicatos airearon que, como media, el 77% de los trabajadores (sin incluir a los nombrados para servicios mínimos) secundaron la huelga. En Asturias, UGT y CC OO elevaron esa proporción hasta el 89%, frente al 87% de dos años atrás. La patronal, CEOE, cifró el seguimiento en apenas el 15%, y en Asturias la FADE llegó a decir que únicamente el 7% de los trabajadores se sumó a la huelga de forma voluntaria.

Guerras de cifras aparte, las manifestaciones que se celebraron en las principales ciudades españolas reunieron a cientos de miles de personas y evidenciaron, más allá de la participación en la huelga, el descontento de un sector de la ciudadanía con una reforma laboral que constituye la clave de bóveda de la política económica que el Gobierno de Mariano Rajoy ha pergeñado para hacer frente a la crisis económica.

Oviedo fue una de las muchas plazas donde la participación en las manifestaciones fue multitudinaria, «histórica», a decir de los sindicatos. Durante su desarrollo, la Policía cargó contra un grupo de manifestantes, miembros de grupos «antisistema» y simpatizantes del movimiento 15-M, y realizó una detención. Fue uno de los contados incidentes de una jornada que en Asturias se saldó con cuatro detenidos más. Las organizaciones patronales se quejaron de la acción de los piquetes, si bien el propio Gobierno destacó que la jornada del 29-M transcurrió sin incidentes graves. Los más relevantes fueron los enfrentamientos entre policías y manifestantes en Barcelona. Los sindicatos acusaron al Gobierno de realizar un despliegue policial muy superior al de otras convocatorias.

En los días precedentes, el Ejecutivo había fijado su posición por boca de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y del titular de Economía, Luis de Guindos: no se cambiaría «ni un ápice» la reforma laboral. El lenguaje del Gobierno no fue tan expeditivo ayer, aunque la propia Báñez volvió a dejar claro que el núcleo de la reforma laboral -el despido, la flexibilidad para cambiar las condiciones de trabajo o el nuevo contrato para emprendedores- no es negociable. Mientras España está en la diana de los mercados -la Bolsa bajó ayer el 0,87% y la prima de riesgo subió a 365 puntos- y bajo estrecha vigilancia de Europa, los sindicatos avisaron ayer a Rajoy del riesgo de «un conflicto social creciente».

lunes, 12 de marzo de 2012

SAN JOSÈ EN SU ARCO (Plaza de Trascorrales)Oviedo



CARMEN RUIZ-TILVE
CRONISTA OFICIAL DE OVIEDO
No anda el Oviedo clásico sobrado de espacios libres ni de edificios exentos, como ocurre en Trascorrales, donde hace mucho que desaparecieron los «orros» y los montones de escoria de las fraguas de la calle de La Ferrería, la actual Mon.

Trascorrales fue un espacio bullicioso, con buen mercado incluso antes de edificarse la plaza del pescado, pues allí y en la acera de Cimadevilla que se enfrenta al Ayuntamiento se vendió el primer pescado de la ciudad, con puestos ambulantes.

Tiene Trascorrales mucha historia que contar y cuatro puertas para ir y venir. Una, seguramente abierta en el siglo XVIII, sale a Mon, y aunque se llamó siempre travesía de Trascorrales, ahora es del pintor Folgueras, que bien merece calle, pero no ésta, porque el callejero popular no debe cambiar de nombre. Otra, paralela a la anterior, pasa por detrás del edificio que fue mercado, ahora polivalente, y entronca en la parte baja de Mon, al lado del Postigo, allí donde estuvo el arco de La Ferrería o de La Soledad, por la capillina que lo adornaba. De Cimadevilla sale la calleja de los Huevos, que antes era mucho más estrecha y es territorio histórico de nuestra particular francesada. En la parte baja de las Consistoriales, camino de la calle del Sol, se abre el arco de la Pescadería o de San José, y de él queremos hablar, porque anda ya en la octava de su santo, aunque él no aparece por ningún lado. Ese arco no servía, como otros de la ciudad, para cerrarla al atardecer, sino para facilitar a la gente la entrada y salida a aquella zona muy comercial, naturalmente emparentada con el Fontán.

Salen del arco hacia abajo unas cuantas casas que formaron la calle del Sol, bien soleadas y con su origen en el siglo XVI, cuando se pide que se haga «una calle y casas en la pedrera que va para Santo Domingo arrimada a la cerca desde la Pescadería cerca de los Trascorrales a la puerta de la Herrería». Y así desde 1576. La muralla quedó escondida entre las casas, y allí sigue.

Aquello fue durante siglos un ir y venir de gentes que compraban, vendían o miraban, y hasta hace medio siglo duró por allí la venta de muebles viejos y ropa usada.

El 8 de marzo, jueves, día de mercado, fui hasta Trascorrales para entrar por el arco de San José y saludarle. Era mediodía y sonaba el campaneo de las torres cercanas. Pasado el arco, silencio y soledad. Bajando por donde antiguamente rodaban las cajas de los salazones, cuando había «agarradiella», cerrado lo que fue comercio de ultramarinos de Cardín, ahora restaurante, y cerrado lo que fue el genuino Trascorrales de Fernando Martín. Desaparecidos el Gato Negro y la Cestería, hay algunos bares que no tienen horario de mañana, todavía con las ojeras de la noche. Delante de lo que fue plaza del pescado, dos bronces intentan evocar lo que aquello fue, sin conseguirlo, la rotunda pescadera, de mucho mayor tamaño que el molde original, es de Sebastián Miranda, ovetense, y el pescador enjuto es obra de Llonguera.

El arco de San José también esta contagiado del ambiente. Donde estuvo el Arco Iris -chocolates y cafés- y luego una librería, el local espera mejores tiempos, en un edificio que cumple este año noventa, obra de Casariego. Al otro lado, el local que pasó por mil dedicaciones, incluso como floristería -buena cosa libros y flores-, es ahora un bar, que forma cadena con todos los de la zona, Sol abajo.

Desde el número 22 de Trascorrales me despiden las cabezas de hierro, únicas en Oviedo, que adornan los balcones vacíos.

viernes, 9 de marzo de 2012

Mercado EL FONTÀN en Oviedo

Foto Ayer se inaugurò en el mercado EL Fontàn una selecciòn de bodegones procedentes de los fondos del museo de BBAA.
Son obras de importantes pintores de los siglos XVII al XX
Estilos diversos:barroco,naturalismo,realismo...
Escenas de mercado,de taberna,naturalezas muertas,
flores,frutas,animales,objetos inanimados que inundan los lienzos de luces y sombras
Bodegones_olor,color,sabor.
Estàn un poco altos para poder apreciarlos bien,pero al mismo tiempo podemos comtemplar el bonito techo del mercado.

ROSAL nº 15 Oviedo

Conocida como "La casa de los azulejos" y "La casa de la Tierruca",es una lograda simbiosis entre el eclecticismo de 1890-1900,en el remate_

salientes balcones con enrejado de hierro y miradores acristalados y el algo posterior modernismo,en la ornamentaciòn(azulejos,columnas,ménsulas con motivos florales y figurados,simbologìa de la industria,la ciencia y el comercio)




Bonita fachada en la calle Rosal nº 15 de Oviedo
¿Tiene esta casa alguna relaciòn con los "masones"?
Ayer,11/3/12,uno de los inquilinos de este bello edificio me explicò que la casa relacionada con la masonerìa corresponde al edificio anterior,la Casa Azul.
Hasta la dècada de los 90 hubo actividad masònica en la calle Postigo Bajo y alrededores de la calle Rosal en Oviedo.
Àlvaro Novoa,seudònimo de Alberto Foyo,catedràtico, es el autor de la novela ROSAL 15.(no la conozco).
En el portal hay 2 paneles a cada lado

adornados con guirnaldas y
figuras femeninas.
El techo distribuido en paneles pintados

Imágen del precioso portal

miércoles, 7 de marzo de 2012

viernes, 2 de marzo de 2012

JUAN LUIS SUÁREZ GRANDA

Carmen Bobes: «´La mancha´ es una novela de actualidad, interesantísima y con una problemática fuerte»

La catedrática presentó la obra de Suárez Granda, premio «Asturias»







De izquierda a derecha, Suárez Granda, Bobes, Marcos Vallaure y Alperi.
De izquierda a derecha, Suárez Granda, Bobes, Marcos Vallaure y Alperi. luisma murias

Oviedo, P. R.
«La mancha», de Juan Luis Suárez Granda, premio «Asturias» de la Fundación Dolores Medio, es, en opinión de Carmen Bobes, catedrática emérita de Literatura de la Universidad de Oviedo, una novela «interesantísima, de actualidad y con una problemática fuerte». El autor, natural de Langreo, catedrático de instituto jubilado, recibió ayer de manos del consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure, el cheque del galardón, dotado con 3.000 euros. «La mancha» (editada por KRK) -la otra parte del premio- es la historia de un crimen que se desarrolla en dos épocas, la postguerra y la transición. Su historia fue analizada con sumo rigor por Carmen Bobes, presidenta del jurado que concede el galardón.

Arropado por familiares y amigos, algunos llegados de su Langreo natal, Juan Luis Suárez Granda estuvo acompañado también por buena parte del equipo de la Consejería de Cultura. En la mesa, además de los ya citados, se sentó el escritor, crítico y ensayista Víctor Alperi, presidente de la Fundación Dolores Medio. Aquejado de algunos problemas de salud, el novelista asturiano y amigo de la autora de «Nosotros, los Rivero», aprovechó el acto para rendir homenaje a Carmen Bobes haciéndole entrega de la medalla «Dolores Medio». «Es una de nuestras grandes catedráticas, ha ofrecido conferencias y cursos en medio mundo», subrayó.

Juan Luis Suárez Granda escribió «La mancha» a finales de la década de los setenta del pasado siglo y la reescribió hace dos años. Mi «novelita», como él la definió, fue ampliamente diseccionada por Carmen Bobes, quien se apoyó para ello en el historicismo y en la semiótica. El análisis, definido como «potente» por el autor, también fue comentado por el consejero de Cultura. «Ahora entiendo por qué abandoné los estudios de Filología Románica en tercero. Jamás hubiera sido capaz de entrar en esos misterios», dijo Marcos Vallaure.

«Esto relatos pueden parecer triviales y, sin embargo, captan desde el primer momento el interés del lector», afirmó Carmen Bobes.

«Estoy abrumado no sólo por el análisis de Carmen Bobes sino porque en algún momento he pensado que no se refería a mi novela», añadió Suárez Granda.

Bobes, como ella recordó, formó parte del tribunal que juzgó la tesis del autor, sobre Ignacio Aldecoa. «Y lo recuerdo como un expositor claro, seguro y profundo», subrayó.

jueves, 1 de marzo de 2012

PALACIO de LA FERRERÍA


El Palacio de la Ferrería es una construcción palacial rural fundada por los Alvarez de las Asturias en el s. XIV.

La parte mas primitiva de la construcción es la torre central, a esta se añaden a fines del s. XV o comienzos del s. XVI el resto de las dependencias, en la segunda mitad del s. XVII se remodela la fachada de la capilla y la vivienda, abriendo el balcón y colocando sobre él el gran escudo. Actualmente la fachada principal presenta como elemento mas destacado el balcón volado y la balaustrada de hierro forjado sobre repisa de molduras y el gran escudo cobijado por vertientes que rompe, en altura, la cornisa que recorre toda la fachada principal.

El acceso a palacio se realiza por la puerta de arco de medio punto, realizado con grandes dovelas, ligeramente desplazada a la derecha del balcón, en el extremo izquierdo de la fachada principal se levanta la capilla con portada de arco de medio punto moldurado, sobre impostas, y con entablamento sencillo rematado con dos pináculos.

La fachada lateral muestra dos zonas bien diferenciadas: la izquierda, lisa con ventanas adinteladas, y la derecha que presenta en altura una arcada formada por tres arcos de medio punto, un segundo piso con ventanas adinteladas y un piso alto formado por una galería con balaustrada de madera torneada y cubierto con cornisa de madera vista que descansa sobre pilares también de madera. El nombre de La Ferrería procede, según parece, de la dedicación del edificio hace tiempo a fábrica de armas.

Está relativamente bien conservado, aunque sino se toman medidas de protección le ocurrirá lo mismo que al de La Cogolla.

El 11 de junio de 1982 fue declarado Monumento Histórico Artístico y en 1993 Bien de Interés Cultural.
Se cree que aquí nació Doña Jimena.