En la noche del viernes al sábados pasados, una de las columnas que marcan el territorio del viejo fuero académico de la Universidad de Oviedo, la que estaba exactamente delante de la puerta del Rectorado, fue derribada. Ayer tarde, como se aprecia en la fotografía, aún seguía en el suelo sin que ningún servicio público se hubiese hecho cargo de ella. La hilera de columnas de la que forma parte sufre con cierta regularidad agresiones y deterioros y solo en el tramo central, delante de la puerta principal del viejo caserón de la calle San Francisco de Oviedo, se mantienen las cadenas históricas. La institución académica asturiana, que abrió sus aulas por primera vez hará 403 años el próximo día de San Mateo, se desempeñó durante siglos y aún ahora en buena medida en ese edificio que es historia viva de Oviedo y de Asturias. La solemne apertura de curso está prevista para el próximo viernes, es de esperar que la ceremonia no cuente con el penoso concurso de esa columna caída.
LNE.Javier Neira.
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